
El domingo 20 de abril de 2025, los miembros de la Iglesia Emanuel de Puerto Ordaz se reunieron para un servicio especial, reflexionando sobre el significado de la Pascua y la resurrección de Jesús. El mensaje, impartido por el pastor Manuel Duque, se centró en Juan 21 y la enseñanza «Apacienta Mis Ovejas», enfatizando la restauración y el propósito que Jesús ofrece.
Desde el principio, el mensaje recordó a la congregación que el enfoque central de la Pascua es la resurrección. Recordó cómo Pedro, quien había declarado con valentía que nunca negaría a Jesús, finalmente enfrentó el peso del arrepentimiento tras negarlo tres veces antes de la crucifixión. Sin embargo, la resurrección no solo fue un triunfo sobre la muerte, sino también una oportunidad de restauración. Jesús no reprendió a Pedro, sino que le hizo una pregunta crucial tres veces: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Con cada afirmación de Pedro, Jesús reafirmó su llamado: «Apacienta Mis Ovejas».
El pastor Manuel destacó la profundidad de este encuentro. Jesús no solo perdonó a Pedro, sino que le confió de nuevo su vida, recordándole que su llamado seguía intacto. A pesar de sus fracasos, Pedro fue restaurado, lo que nos enseña que nuestro caminar con Jesús no se basa en la perfección, sino en la gracia que nos transforma.
La resurrección no es un simple acontecimiento histórico, sino una expresión de amor y reconciliación. Jesús demostró que, por muy lejos que nos sintamos de Él, siempre hay un camino de regreso. Pedro recibió una misión: cuidar, guiar y animar a otros en la fe. Este mismo llamado permanece para todos los que eligen seguir a Cristo.
El mensaje fue claro: No perdamos de vista nuestra relación con Jesús ni el propósito que Él nos ha dado. Las dudas, los fracasos y las dificultades no tienen la última palabra. En Jesús, hay restauración, dirección y un propósito mayor.
Al concluir el servicio, los miembros de la iglesia reflexionaron sobre su compromiso con el Señor. Con gratitud y un renovado sentido de propósito, oraron para permanecer firmes y enfocados en el amor de Cristo.