Tras el retiro de Pascua, Venezuela ha experimentado una profunda renovación en su visión y propósito. Durante este tiempo, DOM Venezuela, sus líderes y miembros han sentido un renovado llamado a avanzar con firmeza y pasión hacia la misión que Dios les ha encomendado: la cosecha del alma de cada venezolano.

Inspirados por la victoria de Cristo sobre la muerte, la comunidad del Monte de los Olivos en Venezuela ha intensificado sus esfuerzos evangelísticos, buscando alcanzar no solo a las generaciones más jóvenes en las universidades, sino también a todos aquellos que aún no conocen el poder transformador de la cruz y la resurrección. Al igual que los discípulos que, tras la resurrección, fueron enviados con una misión renovada, cada miembro de la comunidad venezolana ahora se siente enviado a compartir la buena nueva de Jesús con la seguridad de que el Espíritu Santo los guía y fortalece.

El ejemplo de quienes, como Pedro, encontraron restauración en la mirada de Jesús (Juan 21), y de Tomás, quien pasó de la duda a una fe firme (Juan 20), se refleja hoy en cada líder y miembro de Venezuela. Con un corazón ardiente y la firme convicción de que el Señor ha resucitado, el pueblo venezolano avanza con esperanza, confianza y un renovado compromiso con el llamado de Dios.

Este tiempo es una oportunidad para caminar con alegría, sabiendo que la cosecha es abundante y que, como los trabajadores de la viña, todo esfuerzo será recompensado. En cada universidad, en cada calle, en cada rincón de Venezuela, los miembros siguen adelante, llevando el mensaje de salvación, sabiendo que la resurrección de Cristo nos impulsa a vivir con un propósito mayor que nosotros mismos.